Técnicos en Integración Social

Técnicos de integración social

Si bien aún no es un puesto que esté acomodado en el sistema laboral de nuestro país, el trabajo de técnico de integración social es uno de aquellos de los que no debemos prescindir.

Por su labor dentro de la sociedad, es necesaria la figura de un educador y programador de estrategias sociales que sirvan para implementar las voluntades estatales y las ilusiones de organizaciones sin ánimo de lucro.

Así, muchos centros, públicos y privados, asistenciales o a distancia, ofertan cursos o módulos de técnico de integración social.

Por supuesto, la salida laboral es el factor determinante que hace que muchos jóvenes españoles accedan a otro tipo de estudios con aplicaciones de rentabilidad directa, es decir, dudan que puedan ganar dinero sin producir capitales directamente.

El trabajo que un técnico de integración social realiza produce un beneficio social que actúa de inversión a largo plazo para la sociedad. La incursión en planes de inserción laboral, por ejemplo, de minorías desfavorecidas, repercute directamente en profesionales dispuestos a participar en la vida civil, produciendo resultados y beneficios fiscales para el estado.

Para acceder a módulos superiores de este tipo, es necesario contar con BUP, ESO o FP II, como en cualquier otro ciclo formativo superior y su enseñanza está segmentada en 2 años que complementan conocimientos teóricos y experiencias reales en empresas, lo cual puede dar la opción a la consecución de un puesto de trabajo.

Las asignaturas o áreas a tratar son diversas, y varían desde las habilidades sociales y personales, inserción ocupacional o formación laboral. Un conjunto de conocimientos que sirvan para dar apoyo y asesoría a terceros en cuestiones de integración.

Sin duda, la labor del técnico en integración social es encomiable y útil, y cada vez más necesaria, por lo que no hay que tener dudas, en una profesión con futuro y que además es enriquecedora.